miércoles, 13 de enero de 2010

LE LLAMO DE LLASTEL

Después de esperar durante unas dos horas, bajo a la cocina y compruebo con pesadumbre que los platos, efectivamente, no se lavan solos, de modo que me arremango, cargo el estropajo con mistol y ataco con dureza esa suciedad persistente.

Ni utilizando términos belicosos consigo que parezca interesante ¿verdad?

En fin. Friego, recogo los cacharros, pongo los cuchillos en su sitio y...

- ¡Riiing riiiiiing!

Mecagonlaputa el jodido teléfono ¿quién será a estas horas? Llamada oculta, o sea, publicidad. Me quieren vender la moto y ni siquiera se montar en bicicleta.

- ¿Diga?

- ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?

- Si. No se lo esperaba ¿eh?

- Hola, me llamo Juan Herrero y le llamo desde Llastel. ¿A quién me dirijo?

- (A mí) Soy el Chache.

- Pues buenas tardes, don Antonio.

Pues si iba a llamarme Antonio de todas formas podríamos habernos ahorrado el trámite.

- ¿Tiene usted ordenador en su casa?

- Si, tengo ordenador. E internet.

- ¿Con qué compañía?

- Con Yak.om. Y va bien (mentira, pero que me deje en paz).

- ¿Y cuánto paga al mes?

- Unos 25.

- Pues le felicito.

Click. Tuuuuuuuuuuuuuuut...

- Ehm... gracias...



5 comentarios:

Sota dijo...

JAJAJAJAJAJA!!!

Anónimo dijo...

Que grande!!!

Eclep.

Harapos dijo...

Llevo varias intentonas de escribir un comentario pero no me deja hacerlo. Maldita tecnología!

Harapos dijo...

Parece que ahora sí. ¡Cuánto tiempo!

Chache dijo...

Siiiiii!!