domingo, 28 de septiembre de 2008

MI MANO EN PENA



Que pienso en Elena
y me acuerdo de Irene,
que pienso en Irene,
me acuerdo de Elena,
mi pene se apena,
se apena mi pene.

Y una mano amena
mi pene sostiene,
no es mano de Irene,
no es mano de Elena,
es mi mano en pena,
es mi mano en pena.

Lo malo que tiene
es que no es tan buena
como la de Irene,
como la de Elena,
pero me entretiene,
pero me entretiene.

Para eso conviene
pensar una escena
donde salga Irene,
donde salga Elena,
en plena faena,
en plena faena.

Y así, vena a vena
se llena mi pene
de ausencia de Irene,
de ausencia de Elena,
y no se retiene.
Me voy, que me viene.

(Javier Krahe)